Nada sucedería si lo viera y tomara como un cajero de Banco que no posee dinero.
La importancia que le damos a nuestros sentimientos, genera el conflicto.
Como ejemplo, me serviré de cuando espero que alguien me auxilie en algo , y esto no sucede. El conflicto surge del anclaje en sentimientos que ese acontecimiento me ha generado. Puedo sentir angustia, rabia o decepción y al conferirles importancia, surge el conflicto.
Nada me sucedería en cambio, si deseara ver la situación, como cuando voy a un cajero que expende dinero y está vacío. Solamente lo abandono y busco otro que esté habilitado.
Cuando me enfoco en el sentimiento, la emoción me hace perder la partida y las infinitas posibilidades de encontrar a ese otro alguien o “cajero” que me auxiliará. La adhesión al sentimiento me lleva a pensar que he sido desprotegida, abandonada, herida y me proporciona un estado anímico relacionado con la pérdida, la tristeza, el miedo, el abandono…la paralización no tardará en aparecer y por tanto, la imposibilidad de encontrar el cajero habilitado.
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Todo es un tema de ego…valoramos más nuestro conflicto que el del otro…qué no le permite auxiliar nos (atendiendo al ej. )