Los pensamientos-creencias que tenemos, repercuten en nuestra forma de sentir.
Así, escuchamos frases hechas o refranes, que de mucho repetirlos, los “creemos como verdades” , que no cuestionamos.
Y desde allí, nos sentimos atrapados, desvalorizados, sin oportunidades, tristes, viejos, etc.
A un tipo de creencias – pensamiento , se le asocia como complemento una emoción, y una forma de vestir que es limitante para nuestro desarrollo.
Por tanto, como es adentro es afuera.
El reto estará en desbloquear esta interferencia, tanto desde la forma de sentir como desde la forma de vestir.
Para comenzar el cambio, me es válida cualquiera de ellas.
Te atreves?
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